Aragón sorprende, y sorprende por su diversidad y atmósferas diversas. Por un lado encontramos el desierto, la despoblación, los kilómetros y kilómetros de roca árida, mientras que por otra parte, la despoblación es la misma pero por una razón bien contraria, a saber, por la razón de que se vive en la alta montaña. Entre la una y la una y la otra, una tierra llamémosle “neutral” que es donde vive la mayoría de la gente aragonesa.
Hoy hablaremos del La Canal de Berdún, donde el río Aragón viene a parar tras Jaca y la Peña Oroel. Después de dicha peña, el río enfila un tramo en paralelo a la cordillera conocido como La Canal de Berdún, uno de los valles más fértiles de Aragón y muy amplio, por donde antes discurria el Camino de Santiago aragonés. Los pueblos de dicho “Canal”, a saber, Berdún, Ruesta, Artieda, etc. están muy unidos a la antigua ruta jacobea, aunque por culpa de la construcción del embalse de Yelsa hizo que muchos de los pueblos tuvieran que quedar desalojados y eliminó la traza medieval del Camino.
La Canal debe el nombre a Berdún, este blanco pueblo que domina el valle sobre el cerro ostentando una posición dominante. El impresionante núcleo urbano esta lleno de casas nobles de piedra de sillería, como es el caso de la casa Esclarín o la casa de La Cadena, empedradas en torno a la iglesia de Santa Eulalia, del siglo XVI.
Por otra parte, también tenemos a Ruesta, que tuvo que ser abandonado en 1959 por la anegación del embalse de Yesa. Aquí se ubicaba el priorato de Santiago de Ruesta, que acogía a los peregrinos. En 1988 el pueblo fue cedido a la Confederación General de Trabajadores (CGT) que ha tratado de restaurarlo, poco a poco, dentro de un programa de recuperación de pueblos abandonados.
Artieda es, por último, otro de los pueblos más interesantes de la zona. Construido en lo alto de un cerro para tener protección y una buena defensa en caso de ataque, se trata de un minúsculo pueblo de apenas 60 habitantes. Aquí pasa también el histórico Camino aragonés, como es recogido en muchos archivos de la época. Hoy los peregrinos pueden dormir en el albergue, junto a la iglesia de San Martín.
En fin, todo un paseo por un tramo del antiguo Camino Aragonés que nos devolverá al pasado y nos ofrecerá unas vistas espectaculares. Al ser Yesa camino de paso entre Aragón y el centro norte de la Península, recomendamos pasar todo un día visitando el lugar y durmiendo en alguno de los campings u hostales que hay en la zona.
Foto Vía: Clima y Nieve Pirineos