La comunidad foral española de Navarra situada al norte de la Península Ibérica tiene como característica principal que cada una de las comarcas que la componen son muy diferentes entre sí. Con rasgos climáticos bien diferenciados que hacen que los paisajes se transformen y con ello también su arquitectura, mostrando al visitante tierras de contrastes bien diferenciados.
Sus valles nos proponen una gran variedad de paisajes. Así por ejemplo, en el norte sus montañas dan una visión de territorio modelado de forma caprichosa.
El patrimonio histórico y cultural así como su gastronomía representan opciones ideales para el turismo.
Los hoteles con encanto en Navarra están presentes en cada una de sus regiones, dando la posibilidad a los visitantes de recorrer las diferentes zonas con la seguridad de alojamientos de primer nivel.
En la denominada Navarra Media y a sólo 8 kilómetros de Sangüesa es posible visitar el famoso Castillo de Javier, casa natal de San Francisco Javier en 1505, Patrono de Navarra.
Esta magnífica fortaleza nación originalmente como una torre de señales y vigilancia y a lo largo de toda la Edad Media fueron levantándose en torno a la torre diversos recintos de defensa y algunas estancias residenciales.
El Castillo de Javier es también uno de los más importantes centros de peregrinación de Navarra y todos los años al llegar la primera quincena de marzo el lugar se convierte en el punto elegido de los peregrinos de toda la región, una festividad conocida con el popular nombre de “Javierada». Desde todas las ciudades, villas y pueblos de Navarra las personas se dirigen caminando hacia la fortaleza.
El castillo ha sido construido sobre la roca viva y a través de un puente levadizo es posible ingresar a este mundo diferente formado por torres, troneras, mazmorras, saeteras y matacanes y adentrarnos en la historia del lugar donde vivió y murió San Francisco Javier.
El castillo fue parcialmente destruido en el año 1516 por orden del Cardenal Cisneros y ya a fines del siglo XIX anexado a la fortaleza fue construida la basílica de Javier. En el siglo XX las obras de reconstrucción le dieron nuevamente al castillo su imagen original, siendo en la actualidad uno de los pocos castillos que posee intactas sus defensas.
Las “Javieradas” popular peregrinación al Castillo de Javier es motivo de visita de muchos turistas que recorren junto con los habitantes de toda Navarra decenas de kilómetros para poder ver al Santo.
Esta tradición se realiza desde 1886 cuando a causa de una epidemia de cólera que asolaba la región se invocó a San Francisco Javier para que hiciera desaparecer tal flagelo y como forma de agradecimiento al cumplir el deseo de sus fieles, se llevo adelante la promesa de acudir cada año en peregrinación hasta el castillo.
Cruzando la puerta principal de la fortaleza se pueden ver tres escudos que se encuentran separados por ángeles que fue la forma de representar las armas familiares. Llegando a las caballerizas y descendiendo al sótano podremos ver el lugar donde se encontraban en el pasado las bodegas del castillo.
Ya dentro del castillo y en una de sus plantas existe una exposición de objetos como recuerdos del Santo y una maqueta que representa el antiguo edificio.
Dentro del castillo funciona un museo que se encuentra dividido en tres secciones: Historia del edificio, Javier y Navarra en la Historia y La Pinacoteca.
La Sala de Escudos, totalmente adornada con blasones que pertenecieron a los padres de San Francisco y el árbol genealógico que muestra su linaje. Ya en la Sala Principal puede verse el lugar que se utilizaba como sitio de recepción.
Ascendiendo por la escalera que pertenece a la Torre de Undués se llega al Camino de Ronda, un extenso corredor que tenía como objetivo defender la fortaleza arrojando piedras y aceite hirviendo a los atacantes desde el matacán.
A la izquierda las habitaciones de los capellanes que es hoy el oratorio. Un habitación a la derecha era la de San Francisco Javier y a la izquierda está la capilla, que fuera la primera construida en el castillo.
Nuevamente en la planta baja existe una verja tras la cual se encuentra el Cristo de Javier, una hermosa imagen gótica que data del siglo XVI que fue tallada en nogal y que según cuenta la historia sudó sangre cuando San Javier agonizaba.
Saliendo al patio de armas y pasando una puerta se encuentra la antigua escalera y a la izquierda está el muro de la Basílica levantada en el siglo XIX.
Dentro del castillo también se ha construido un espacio que se utiliza como salón con capacidad para 1300 personas y una Sala de Exposiciones, con numerosas obras de arte y documentos de gran valor histórico.
El Castillo de Javier se encuentra abierto durante todo el año a partir de las diez de la mañana.
Foto Vía: Arte Historia
- Lugares qué conocer en Pamplona
- El Valle de Aezkoa en Navarra
- Fiestas de San Fermín 2013
El Castillo de Javier es estupendo, tengo el placer de vivir en Navarra y he tenido la ocasión de visitarlo cuando vienen amigos de fuera, siempre les llevo. Pero éste fin de semana, he llevado a una pareja y hemos salido horrorizados. está muy bonito, lo han dejado precioso, pero no entiendo el por qué teníamos que aparcar a pleno sol habiendo sitio en la zona del hotel. (Eso para empezar), pero la puntilla fue cuando estando 5 personas (una pareja y nosotros), esperábamos a hacer la visita guiada y habíamos echo una charla muy amena y entretenida, llaman al guía y le oímos como pregunta si somos llevables . Eso no me gustó. Y el remate fue cuando el buen señor, nos metió una charla, tan espantosa, que la pareja salió del castillo en cuanto pudo y yo casi me duermo. Al final, apenas supe de que año era el castillo ni casi nada de él. Eso si, si se descuida, me convenze y me meto a monja. Por favor, que parecía que nos iba a evangelizar. En el siglo xxl, no se pueden contar cosas tan increíbles y fantastica.
Pero bueno, ya se a dónde no tengo que llevar a más amigos o por lo menos, no hacer la visita guiada.