Santillana del Mar es un municipio de la comunidad autónoma de Cantabria de un gran valor histórico-artístico de España por el cual se ha convetido en el principal destino turístico de la región albergando verdaderos tesoros arquitectónicos, como La Colegiata de Santa Juliana, la joya más importante del románico en Cantabria.
Y así tan famosa por su arquitectura medieval, lo son también sus hoteles en Santillana del Mar que cuentan con excelentes servicios para los visitates para todo tipo de presupuestos por lo que es siempre recomendable reservarlos anticipadamente para sus escapadas de fin de semanas o vacaciones de temporada.
Hay que saber que el área alrededor de Santillana del Mar ha sido poblado desde hace miles de años y hay huellas de algunos de sus primeros habitantes en las Cuevas de Altamira, cerca de dos kilómetros de la ciudad, catalogada como «la capilla Sixtina del arte rupestre» al contener las más famosas pinturas prehistóricas del mundo.
Sin embargo, el núcleo original de la villa medieval todavía sobrevive en el centro, a pesar de la belleza de las calles y sus edificios de piedra arenisca amarilla que se entremezclan con la abundancia de tiendas que han crecido como hongos por toda la ciudad.
Pero lo más destacado de la ciudad es La Colegiata de Santa Juliana; una hermosa iglesia medieval amurallada que data del siglo XII que cuenta con un claustro que se encuentra en el corazón de la ciudad y cuyo precio de la entrada es de 3 €.
Para los más aventureros, hay algunos paseos preciosos en las pequeñas colinas alrededor de la ciudad que ofrecen unas vistas impresionantes de los Picos de Europa y cadenas montañosas, así como la costa de la Bahía de Vizcaya.
Y para los más pequeños, la ciudad cuenta con un Zoológico y Jardín Botánico donde se expone la fauna y flora ibérica donde se destaca un insectario colonizado por mariposas de todos los tamaños, formas y colores provenientes de todo el mundo.
A ellos se suman sus interesantes museos para una visita al Museo de la Inquisición, el Museo Diocesano Regina Coeli, el Museo El Solar, el de Jesús Otero así como casonas medievales como la de Quevedo y Cossío, Casa de Leonor de La Vega, la Casona de los Hombrones o el Palacio Valdivieso.
Y para degustar los productos típicos de la región hay que dirigirse a su casco historico repleta de calles adoquinadas para encontrar sus tiendas que venden el famoso queso Picón de Tresviso, la cecina de ciervo y sus bizcochos al que se le conoce como tabletas de leche.
Foto Vía touristeye
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