Para las vacaciones de verano nada mejor que alejarse del bullicio de las grandes ciudades visitando Chiclana de la Frontera; una encantadora ciudad costera de la provincia de Cádiz, de gran tradición pesquera en la Costa de la Luz.
Antiguamente fue un pueblo dedicado a la industria del vino, pero actualmente está dedicado al turismo por lo que los hoteles en Chiclana ofrecen la mejor infraestructura y servicios para una estadía placentera.
Precisamente allí sobresale la Playa de la Barrosa que tiene 8 kms. de arena fina y blanca que se extiende a lo largo de desde el islote de Sancti Petri y un barrio urbano separado de la ciudad que incluye zonas de turismo de lujo como es el Novo Sancti Petri donde el río Iro divide a la ciudad en dos y que incluye monumentos de interés.
Lo cierto que además de disfrutar de sus playas en la temporada estival, el visitante puede conocer la Iglesia de Santa Ana que data de la segunda mitad del siglo XVIII, uno de los edificios más representativos y que en cuyo interior se conserva la imagen de Santa Ana y la Virgen Niña del Siglo XVIII.
Igualmente atrayente es el Castillo de Sancti Petri, uno de los lugares más auténticos de toda la provincia de Cádiz y que cuenta con una vista magnífica del Parque Natural de la Bahía de Cádiz y la Iglesia y Convento de Jesús Nazareno, de estilo barroxo, construida entre 1.667 y 1.674 en cuyo interior destaca la talla del Jesús nazareno del altar mayor y sus retablos tallados.
Y para la diversión de toda la familia se encuentra el Parque Natural de las Albinas que alberga el Recinto Ferial donde se instala cada martes un mercadillo artesanal o, en todo caso, embarcarse en un recorrido al Parque Natural Bahia de Cádiz
con una extensión de 203 km2 compuesto de ríos, caños, marismas, cordones dunares e islotes… el lugar ideal para relajarse entre la tierra y el mar.
Foto Vía hoteleschiclana
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