Nunca pensé que Málaga tuviera tantos y tan interesantes monumentos históricos. Sin ir más lejos Málaga comenzó siendo un puerto fenicio llamado Malaca allá por el año 700 a.C. Fueron los romanos los que conquistaron Malaca en el 205 a.C. Aquí estuvieron durante más de seiscientos años, mejorando los sistemas de defensa de la ciudad.
En el siglo V conquistaron Málaga los visigodos, y dominaron la ciudad durante unos trescientos años, hasta que en el siglo VIII llegaron los musulmanes, quienes dejaron un importante legado monumental que podéis ver si reserváis vuestros vuelos baratos a Málaga.
Además de la Alcazaba de la ciudad, toda la línea de la costa malagueña está cubierta de antiguas torres de vigilancia, ya que siempre han sido acoso constante de los piratas. Para aumentar los sistemas defensivos, alrededor del siglo XIV se ordenó la construcción del Gibralfaro junto a la Alcazaba, en lo más alto de la ciudad.
Fue la Alcazaba residencia real de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, cuando conquistaron Málaga. Pero no sólo fueron estos los únicos monarcas que se hospedaron en ella, sino que incluso el propio rey Felipe IV vivió aquí en el siglo XVII.
Desgraciadamente, a partir de entonces algunos edificios históricos de la ciudad se abandonaron, hasta su restauración en 1930. Os recomendamos acudir primero a la Oficina de Turismo de la Plaza de la Aduana para obtener información sobre lugares como la Alcazaba y Gibralfaro.
Algunos de los edificios históricos que no debéis perderos en Málaga son el Archivo Municipal de Málaga, un edificio que data de 1489, el Palacio de Gobernación de la Junta de Andalucía, del siglo XVIII, los edificios palaciegos de la Alameda de Colón, todos ellos del siglo XIX, o la Casa Palacio de la Marquesa de Guirior, del siglo XVIII.
También son muy recomendables la Casa Palacio del Conde de Buenavista, de comienzos del siglo XVIII, algunos de los edificios de la principal calle Larios, y sobre todo y en especial, la Alcazaba, el Castillo de Gibralfaro, el Teatro Romano, la Catedral de Málaga, el Palacio Episcopal y algunas iglesias como las de Santiago y el Sagrario.
La capital de la Costa del Sol es un maravilloso lugar para hacer una ruta histórica perfecta. Aprovechar vuestras vacaciones para recorrer este lugar tan lleno de historia.
Foto Vía Gotardo
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