La Semana Santa de Granada tiene una trascendencia especial en esta ciudad que ha celebrado durante siglos estas fechas que atraen turistas de todo el mundo años tras año.
Precisamente este destino y las festividades combinas los ingredientes esenciales para una escapada por lo que la oferta de hoteles en Granada baratos se encuentran en la web para ser protagonistas de estas festividades religiosas.
Treinta y dos cofradías establecidas avanzan en las procesiones del Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección siendo La Catedral, que es la pieza central de las actividades religiosas.
Sin embargo, durante las procesiones se pueden visitar otros lugares que hacen que el evento sea aún más hermoso: El Albaicín, el Paseo de los Tristes, la Carrera del Darro, e incluso la Alhambra.
La Semana Santa de Granada también dispone de un acontecimiento único, la oración ofrecida a las tres de la tarde del Viernes Santo, conocida como la Hora Nona. Esto se lleva a cabo en el Campo del Príncipe, donde se conmemora la muerte de Cristo delante de la estatua de piedra de los Cristo de los Favores. Tradicionalmente, miles de personas se reúnen aquí, para rezar los tres credos y para hacer tres deseos o peticiones.
Las atracciones religiosas y festivas se complementan con platos tradicionales durante esta semana, que incluyen dulces locales (roscos, pestiños, leche frita y empanadillas) y platos guisados con bacalao, una parte esencial de este festival.
Lo cierto es que los granadinos toman su Semana Santa con mucha seriedad, y las procesiones de Granada son bastante espectaculares. Cada hermandad tiene su propia procesión y sea extremadamente orgullosos de sus figuras de Cristo y la Virgen María. Todo el mundo está involucrado y una gran cantidad de tiempo y esfuerzo que se dedica a hacer las figuras lo más bella posible.
Durante las procesiones, los flotadores («pasos») llevan sobre los hombros a los «costaleros» (tradicionalmente a hombres y niños), y son seguidos por los «nazarenos» en largas túnicas y encapuchados sumando a los penitentes (que transportan figuras de la cruz sobre sus hombros), y las mujeres y las niñas vestidas de negro que llevaban velas y cruces.
Están acompañados por bandas de música tocando melodías conmovedoras en estas marchas que marcan el paso que los transportistas deben seguir. Es difícil elegir entre las diferentes procesiones, pero quizás las dos favoritas son la «Procesión del Silencio», del jueves (cuando las luces de la calle a lo largo de la ruta se apaga y la procesión se lleva a cabo en absoluto silencio) y la «Procesión Gypsy» del miércoles (que pasa por el barrio del Albaicín / Sacromonte).
Durante esta procesión gitana, se encienden hogueras a lo largo de la ruta y las paradas se hacen de vez en cuando para que las»saetas» (canciones tradicionales a la Virgen) sean cantadas.
La ruta es particularmente difícil debido a la fuerte subida del Albaicín hasta la Cuesta Chpaiz y aún más difícil, al comienzo de la carretera de Sacromonte, que es más pronunciada y sólo lo suficientemente amplia como para la propia procesión que termina a las 4 en punto de la mañana en la Abadía del Sacromonte.
Para el Domingo de Resurrección se realiza la procesión con la participacion de los niños junto con la imagen pequeña del Niño Redentor. Destacan los «facundillos» (farolillos) de barro que los llevan simbolizando la bienvenida que recibió Jesucristo en su entrada a Jerusalén sobre el pollino.
Foto Vía tapenawines
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