Tomar el coche y hacer una ruta por la provincia de Barcelona es una las mejores alternativas turísticas que tenemos si ya nos hemos pateado la Ciudad Condal. Podemos recorrer los pueblos de la costa, como Premiá de Mar, Mataró, Calella o Malgrat de Mar, o bien adentrarnos en el interior subiendo el Vallés, atravesando el Parque Natural del Montseny, y llegar hasta Vic.
Nosotros fuimos un poquito más hacia el norte y nos encontramos con el encanto del pueblo de Rupit, situado a una hora en coche de Barcelona. Os puedo decir que es un típico pueblo de montaña, muy cerca ya de la frontera con Girona. Si tenéis reservados vuestros hoteles en Barcelona y vais a visitar, por ejemplo, el Pueblo Español, veréis cómo allí se reproduce buena parte de este pueblo.
Para recorrerlo no hace falta demasiado tiempo, ya que es pequeño pero pintoresco. Un puente colgante une las dos partes en las que se divide, Rupit y Pruit. Un paisaje nostálgico de piedra se abre a nuestra vista, con el Carrer del Fossar como calle principal, que nos lleva hasta el Carrer de los Cavallers. A ambos lados casas también de piedra y balconadas de madera, decoradas con macetas de colores y, sobre las puertas, el año en el que fueron construidas.
El verdadero encanto de Rupit radica especialmente en el paseo por sus calles empedradas. No tuvimos ocasión de verlo de noche, pero imagino ahora la belleza pintoresca de la luz amarillenta de los faroles sobre el rostro de la piedra. El silencio y la calma que ha de sentirse bien merece la pena una escapada de relax y desconexión total de nuestra rutina diaria.
De sus monumentos de interés habría que citar la Iglesia de San Miguel y la Capilla de Santa Magdalena, desde la que se tiene unas vistas magníficas al paisaje circundante. Un paisaje en el que se pueden hacer diferentes rutas de senderismo, paseos en bicicleta y otras actividades al aire libre.
Como pueblo de montaña, Rupit es una joya más del turismo rural de la provincia de Barcelona. Nuestra excursión fue breve, pero prometimos volver. La exhuberante naturaleza de los alrededores crea un hermoso contraste con el color melancólico de los tejados y la piedra. Creo que pasar aquí un fin de semana nos vendría fenomenal para huir del bullicio.
Foto Vía Fonda Marsal
-
La fiesta mayor del Poblenou en Barcelona
El número de pisos turísticos aumenta en la ciudad de Barcelona
La Mercé, la fiesta mayor de Barcelona