Cuando uno planea unas vacaciones en Cantabria, como las mías de este año, resulta todo un placer leer que tiene más de 280 kilómetros de costa. Como aún no he mirado alojamiento, pienso que lo mejor será alquilar un coche e ir descubriendo la carretera de la costa de esta franja cantábrica. Mar impetuoso, acantilados y playas, pueblos pintorescos y una naturaleza exhuberante. Difícil poder pedir más, ¿no?.
Ya tengo reservados mis vuelos baratos, y ahora solo queda ir perfilando los detalles del viaje y lo que queremos ver. Porque en esos más de 280 kilómetros hay catalogadas oficialmente más de setenta playas. Rincones inolvidables para tumbarse al sol, pasear, descansar del estrés, darse un chapuzón, hacer surf o uno de mis deportes favoritos: contemplar desde la terraza, con una buena cerveza, todo mi alrededor.
La ruta de la costa cántabra puede iniciarse en Tina la Mayor, junto a la frontera asturiana, a muy pocos kilómetros de San Vicente de la Barquera. Aquello dicen que es el reino de los amantes del surf. San Vicente de la Barquera es un pueblo realmente precioso. Sus alrededores cuenta con playas que tengo ganas de conocer, como la de Tostadero, Fuentes, Merón y, un poco más allá, la de Oyambre.
Nada más atravesar el Campo de Golf de Oyambre, en el que nos echaremos unas partiditas con la vista puesta en el Cantábrico, llegamos a Comillas. Un lugar estupendo, ya que la playa está prácticamente en la ciudad, por lo que se puede ir a pie. De Comillas apenas nos separan quince kilómetros de una de las ciudades más bonitas del norte peninsualr, Santillana del Mar, a la que iría aun sin tener playas a su alrededor. En realidad no las tiene, salvo la cercana de Tagle.
Desde Santillana del Mar la ruta continúa hasta Suances, uno de los tramos de costa cántabra con mejores playas. Posiblemente sea Suances mi lugar de alojamiento, cerca de alguna de estas playas: la Concha, la Riberuca, el Sable, la Tablía o la de los Locos.
Además, Suances está apenas a treinta kilómetros de Santander, lo que viene muy bien para darse una escapadita a la ciudad, y claro, disfrutar de la célebre Playa del Sardinero.
Y desde aquí nos quedaría otro enorme tramo de costa, visitando Santoña, con las playas de el Puntal, Somo y Loredo, y más urbanas como la de Berría. Desde Santoña a Laredo y Castro Urdiales apenas distan unos kilómetros. Me han dicho que son dos de los destinos turísticos más concurridos de la costa, así que deben tener unas playas magníficas.
Estoy deseando hacer este recorrido por la costa de Cantabria, descubriendo sus playas, calas, acantilados, ciudades y pueblos pintorescos. A la vuelta os contaré.
Foto Vía Lemastur
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hola!!! pues yo tenia pensado hacer una ruta por Cantabria tirando de playa en playa, no sabia por donde tirar pero me has dao unas ideas, lo has llevado a cabo alguna vez?
La verdad es que las recomendaciones de Carlos no podían ser más acertadas. Supongo que ahora que ya ha pasado el mes de agosto habrá podido disfrutar de ese recorrido costero por Cantabria. Yo, que tengo el privilegio de ir cada año ya que mi familia es de allí, añadiría una parada en un rincón menos popular pero igual de encantador que los que aparecen en este post. Se trata de Cóbreces y su playa de Luaña. Con el tiempo loco que ha hecho este verano quizá septiembre se convierta en la mejor fecha para visitarlo. Si os animáis encontraréis un tranquilo entorno rural donde descansar, dotado de una abadía cisterciense en la que se fabrica un queso excelente y un acantilado precioso que no os podéis perder: El Bolao.