Pedraza sigue siendo uno de esos pueblos a los que necesito ir para impregnarme del ambiente medieval. Para mi gusto es uno de los rincones amurallados mejor conservados de Castilla y León. Precisamente las murallas y su aspecto pétreo es lo primero que nos sorprende y nos da la bienvenida cuando llegamos a través de la carretera de Segovia.
Una leve pendiente nos sitúa en el arco de entrada al pueblo. Necesitamos muy poco ante este entorno para viajar en el tiempo hasta los siglos en los que por esta entrada podían verse a nobles y caballeros. A partir de aquí todo un camino de casas de piedra y calles estrechas y recoletas. Un laberinto de siglos y silencio el que parece perderse por la calle Matadero, que surge del arco de entrada y se adentra poco a poco en el corazón de Pedraza.
Si tenéis reservados vuestros hoteles en Segovia económicos, la excursión hasta Pedraza apenas os llevará 45 kilómetros. Su aspecto medieval y amurallado , sus casas blasonadas y su conjunto de piedra merecen muchísimo la pena. A todo esto hay que añadirle el encanto de su castillo, que domina Pedraza desde una altura imponente. El origen de la fortaleza es musulmán, aunque su aspecto actual data del XVI.
A la vez que accedemos por la calle Matadero, otra de las vías que debemos pasear en Pedraza es la popular Calle Mayor, la más característica del pueblo. Calle típicamente empedrada que desemboca en la Plaza Mayor, el corazón social de Pedraza, y que cuenta con casas nobiliarias de siglos de antigüedad. De noche los faroles de la calle proyectan una luz amarillenta y nostálgica sobre las paredes. El embrujo de la historia juguetea en cada sombra.
La Plaza Mayor es un buen lugar para sentarse a degustar lo mejor de la gastronomía local. Podemos hacerlo en los bancos de madera de El Yantar de Pedraza, un horno asador situado en una casa de más de tres siglos, y en el que se puede probar el clásico corderito lechal asado en horno de leña, las patatas revolconas o los judiones de La Granja. Todo ello bien acompañado con los mejores vinos de su bodega.
Una vez ampliamente agasajados podemos continuar la visita a Pedraza, recorriendo sus callejuelas hasta dar con la Iglesia de San Juan, templo de origen románico que se pierde en los ecos del siglo XI. Su torre puede verse fácilmente sobresaliendo de los tejados de la Plaza Mayor.
Ni que decir tiene que Pedraza es una de las mejores excursiones que podemos hacer desde Segovia. Pueblo de murallas, casas nobiliarias y callejuelas de piedra. Todo el conjunto forman, posiblemente, el mejor recuerdo medieval de las tierras castellanas.
Foto Vía Arturo Medina
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