Dicen que Ferrol no es de las ciudades más hermosas de Galicia. Posiblemente esté en lo cierto quien lo afirme, porque a Ferrol hay que buscarle su encanto. Un encanto particular de ciudad costera y pintorescos enclaves naturales. Considerada siempre demasiado industrial y militar, si se nos permite el caso, hoy queremos descubriros en este paseo su centro histórico.
Ferrol se halla a unos cincuenta kilómetros de A Coruña, por lo que si reserváis vuestros vuelos a su aeropuerto no estaría de más acercaros a esta ciudad. Es la zona de Ferrol Vello la más antigua. Sus callejuelas de piedra y sus edificios con los típicos ventanales dan fe de ello. Tal vez algunos de los edificios de este barrio necesitan una urgente remodelación, pero no es este precisamente el caso que nos ocupa. En Ferrol Vello encontramos, por ejemplo, la Iglesia del Socorro, de mediados del siglo XVIII.
Más conocido posiblemente sea el Barrio da Magdalena, zona también de callejuelas empedradas y perpendiculares, donde se sitúa el principal ambiente de la ciudad ferrolana. Allí descubrimos plazas emblemáticas, como la de Armas, donde se sitúa el Ayuntamiento, o la Amboaxe, además de otra serie de edificios de gran interés, entre los que hay que destacar la Concatedral de San Julián, la Iglesia de San Francisco y el antiguo Hospital de la Caridad.
La Concatedral de San Julián es tal vez una de las iglesias neoclásicas más hermosas de la provincia. Construida a mediados del siglo XVIII, destaca en ella especialmente su cúpula. La Iglesia de San Francisco también fue edificada a mediados del XVIII, y en ella tenemos que admirar especialmente su fachada.
Si seguimos hablando de barrios, no hay que dejar atrás en Ferrol el Barrio de Esteiro.Es precisamente en la ladera de Esteiro donde, a mediados del siglo XVIII, el gobierno español ordena el levantamiento de un nuevo Arsenal. Fue considerado en su momento como uno de los mejores ejemplos de arquitecutra militar de la época de la Ilustración. Destaca la Puerta sel Dique
Pero Ferrol, además de barrios, iglesias y callejuelas empedradas, es tierra de castillos. El más conocido sin duda es el Castillo de San Felipe, construido a la entrada de la ría en el siglo XVI, aunque su aspecto actual data de 1732. De aspecto imponente, durante varios siglos fue el verdadero defensor de la ciudad.
Foto Vía Esacademic
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