Recuerdo como si fuera ayer los dos años que pasé estudiando en Madrid. Años en los que tuve tiempo de disfrutar de una ciudad llena de vida, arte y cultura. Raro era el día en el que no teníamos la oportunidad de poder asistir a algún evento, concierto, exposición…
Pero además de todo ello, hay que añadirle la vida nocturna de la ciudad, los monumentos, calles y plazas para dar paseos y, cómo no, sus parques y jardines, rincones de solaz en los que muchas veces nos hemos visto después de toda una mañana de estudio o un fin de semana ajetreado. Los que estáis de cursos y masters en Madrid, o como universitarios, seguro que me entendéis.
Al vivir en el Paseo de Extremadura a mí me quedaba bastante cerca la Casa de Campo, uno de los grandes pulmones verdes de la ciudad. Con sus más de 1.700 hectáreas, es el parque urbano más grande de España, por lo que resulta ideal para ir a desconectar un poco. Pasear, hacer ejercicio, visitar el Parque de Atracciones, el Zoológico, subir al teleférico, e incluso hasta hacer algo de deporte acuático en el lago.
Más conocido, sin embargo, tal vez sea el Parque del Retiro. Más céntrico, más turístico, está situado detrás del Museo del Prado. Allí también íbamos a descansar, a hacer ejercicio, a imitar a todos los demás subiendo en las barquitas del lago, a recorrer sus senderos, a tomarnos furtivamente algo junto a la estatua del Ángel Caído, la única dedicada al demonio en todo el mundo…
A mí particularmente me gustaba sobre todo la enorme rosaleda del Parque del Oeste. Con la llegada de la primavera la explosión de colores que se vive en este parque es muy especial. El olor y la fragancia de las rosas era nuestro reclamo, así como los atardeceres en el Templo de Debod, situado en la esquina sur del parque. En verano también es un sitio perfecto para sentarnos en sus terrazas a tomar algo ya con la fresquita de la caída de la tarde.
Algo más lejos nos quedaba el Parque Juan Carlos I, mucho más pequeño que los anteriores. De esos parques coquetos en los que te sueles ver a mucha gente en bicicleta o haciendo footing. Precisamente en el mismo parque hay diferentes puntos para el alquiler de bicis.
Y como estos ejemplos muchos parques más que nos servían a los estudiantes de asueto tras una larga jornada o semana de estudio. Luego ya quedaría la fiesta, o el concierto o la exposición. Madrid es ciudad de parques, y eso es algo que se aprovecha.
Foto Vía Happytellus
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