El origen de las Fallas de Valencia es confuso y se piensa que remonta a épocas de invierno en que los carpinteros se alumbraban con candiles suspendidos de un aparato llamado «parot». Más adelante se vistió el parot con prendas antiguas y se dice que después colgarían algún cartel crítico con alusiones al vecindario. Así se cree que nacieron las Fallas. A pesar de ser una simple y llana teoría, no existe constancia documental que la certifique. En los antiguos reglamentos del Gremio de Carpinteros de Valencia no aclara que haya que quemar algo en San José, sino que el patrón hay que celebrarlo con rosarios, música sacra y sermones. La documentación más antigua hallada sobre las Fallas de Valencia data del año 1784, y es un oficio de la autoridad municipal de Valencia que prohíbe quemar fallas en las calles estrechas de la ciudad, por lo que este escrito nos indica que en el siglo XVIII ya se plantaban fallas en Valencia, pero no hay más pistas.

Hoy en día todavía existe una vieja tradición europea que consiste en construir una figura representando a un personaje no querido, colgarlo con cuerdas y posteriormente quemarlo entre el tercer día de Cuaresma y el Sábado de Gloria. El origen de este festejo es anterior al Cristianismo, aunque esta religión lo asimilara como a otras costumbres paganas. Si quieres saber más sobre la ciudad de Valencia, puedes hacerlo aquí.