Es difícil precisar hasta qué punto llega la profundidad del color verde en Galicia. Un verde de naturaleza exhuberante que, combinado con el azul impetuoso del mar, se convierte en la alusión más cercana a la belleza que podamos encontrar por estas tierras.
Dicen que suele llover en Galicia pero, precisamente gracias a esa lluvia fia, menuda y elegante que cae en la región, su paisaje nos envuelve en un manto único. En la provincia de A Coruña hay varios rincones para disfrutar de un día de verde y naturaleza. Destinos naturales que entroncan con el mar, y que son excusas más que suficientes para reservar nuestros vuelos baratos a La Coruña.
Podemos empezar por el Parque Natural del Complejo Dunar de Corrubedo, excursión típica que se suele hacer en la provincia. Lo encontraréis en la península de Barbanza, en Ribeira, a 145 kilómetros al sur de A Coruña. Muy curiosas sus dunas móviles, empujadas por los vientos, y sus lagunas en la que viven y se alimentan gran cantidad de aves. No es de extrañar encontrar siempre a grandes y pequeños por los alrededores.
Nos situamos ahora algo más al norte para visitar el Parque Natural de las Fragas do Eume, que toma su nombre precisamente del río Eume que cruza este bosque de robles, que aquí en Galicia se conoce como fragas. A su alrededor una hermosa presencia de pequeños pueblos pintorescos de gran belleza, entre ellos Pontedeume o Cabanas. Coronando el parque el impresionante Monasterio de Caaveiro, uno de los más bellos ejemplos de arquitectura medieval de la región.
Siguiendo la línea de la costa, al oeste de la ciudad de A Coruña, es imposible no disfrutar del abrazo eterno entre la naturaleza y el mar que se conforma a orillas de la Costa da Morte. El rugido del mar se adentra en los confines silenciosos de la naturaleza. En medio de este singular encuentro, una serie de pueblos marineros a los que parece que, en cualquier momento, se los pudiera tragar el océano.Y, al final de las tierras, Finisterre…
Hacia el extremo este de la provincia la naturaleza nos deleita con dos cabos fascinantes para los amantes de la naturaleza y la fotografía: Ortegal y Estaca de Bares. Dicen los lugareños que es tanta la belleza que se puede apreciar que dos colosos de agua se la disputan: el Cantábrico y el Atlántico. Estaca de Bares es precisamente el punto en el que se unen ambos.
Ni que decir tiene que la belleza natural de esta provincia de A Coruña merece la pena una visita. ¿Hay alguien que, tras comprobar este paraíso, vuelva a quejarse de la lluvia en Galicia?
Foto Vía Foto Libre
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El Monasterio de Caaveiro en las Fragas del Eume