Después de visitar Toledo no me extraña que se la conozca como la ciudad de las tres culturas. La influencia que han dejado en ella judíos, musulmanes y cristianos de la antigüedad es bien palpable. Desde el punto de vista cultural, social y espiritual y, cómo no, en el propio aspecto de Toledo, el legado que apreciamos es incalculable.
Para llegar a Toledo podéis reservar vuestros vuelos baratos a Madrid. La capital de España se halla a menos de una hora en coche de esta ciudad. Hoy queremos conocer un poco el aspecto y el legado judío en la ciudad. Los judíos fueron llegando a Toledo huyendo de las revueltas y los disturbios de la España árabe, especialmente de Córdoba, desde la que trajeron a la ciudad toledana la célebre Escuela de Traductores.
En Toledo hay dos magníficas sinagogas, la de Santa María la Blanca, hoy ya iglesia pero construida en el siglo XII como templo judío, y la Sinagoga del Tránsito, construida en el siglo XIV. Ambas nos darán una idea de los judíos en la ciudad.
La de Santa María la Blanca fue construida en el 1180, y su nombre le viene por la hermosa presencia del color blanco en sus arcos y columnas, De estilo mudéjar, hoy funciona como museo, por lo que no se celebra culto en ella. La Sinagoga del Tránsito es más tardía, ya que fue construida en el siglo XIV. Erigida también en estilo mudéjar, tiene 23 metros de longitud y 17 de altura, por lo que no es un edificio demasiado grande.
Pero para conocer y sentir la presencia de los judíos en Toledo tenemos que perdernos por su judería, que en el siglo VIII se situaba al sudoeste de la ciudad. Realmente era una zona bastante grande, ya que contaba con un total de cinco barrios. Adarves y pequeñas callejuelas nos llevan hoy al sabor rancio de lo antiguo y medieval. En aquella época una muralla separaba la judería del resto de la ciudad.
Se accedía a ella a través de la Puerta del Cambrón, y sus límites eran la calle del Ángel y la de San Juan de Dios. Es un placer descubrir las pequeñas plazas y rincones empedrados de esta judería. Barrios como los de la Assuica, Santo Tomé, Montichel, Caleros, Hamanzeite, Arriaza o Bab Alfarach son lugares emblemáticos.
Seguro que volvéis encantados después de haber recorrido las callejuelas de un lugar como este. Es el legado que nos dejaron en Toledo los judíos, la sensación de vivir en otro renglón de la historia.
Foto Vía Toledo Interactivo
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este texto esta muy bien expresado y me ha resuelto mi duda