La primera vez que la visité fue hace muchos años. Aquel típico viaje de fin de curso por la Costa Brava, recorriendo lugares de los que aprovechas poco al ser tan joven. Interesan otras cosas, ¿verdad?. Ahora que he vuelto hace poco, además de la nostalgia de aquellos años, he encontrado una Lloret de Mar diferente…
Lloret de Mar es uno de esos lugares especiales para la gente que busca vacaciones con el paquete sol-playa-vida nocturna. Hay pubs, discotecas y restaurantes casi en todos los sitios, además de playas preciosas y muchas posibilidades de practicar cualquier deporte acuático. Muchos son los vuelos baratos que os pueden traer a disfrutar de todo esto.
Eso fue lo que descubrí en aquella juventud perdida de fin de curso. Pero Lloret de Mar es mucho más que ese paquete turístico de verano. Es cierto que tal vez sea la capital veraniega de la Costa Brava, pero no es menos cierto que cuenta con monumentos, museos y parques que también merecerían una visita.
Sin ir más lejos, la playa de Lloret de Mar está dominada por el Castillo de Sant Joan, que data del siglo XI. Desde los muros de esta fortaleza tendréis unas vistas panorámicas realmente espectaculares. Esa Costa Brava que tanto anheláis se abrirá a vuestros pies.
Si nos perdemos en el centro histórico de la ciudad, podemos irnos de turismo por sus callejuelas y acercarnos a sus tiendas pintorescas. Para ir de turismo visitar la bellísima Iglesia de Sant Romá, de principios del siglo XVI. En realidad, nada más entrar parece una fortaleza, sobre todo por el puente levadizo de la puerta.
Hay muchas tiendas en el paseo marítimo, pero dejaros llevar por el encanto de las del centro. Ya tendréis tiempo en la playa de paseos marítimos.
Si os quedáis tumbados en la playa no disfrutaréis del parque acuático de Lloret de Mar o de las posibilidades de hacer submarinismo, esquí acuático o paseos en barco por la zona. No os olvidéis tampoco de echaros unas partiditas de golf.
Aquella Lloret de Mar que visité casi de niño no se parece en nada a la que pude ver hoy. Sin embargo, el encanto oculto sólo es cuestión de buscarlo. Aparece pronto, no os preocupéis.
Foto Vía Sandro Mancuso
- El verano en San Sebastián
- Ibiza, destino gastronómico del Mediterráneo
- Turismo rural a Roquetas de Mar : Punta Entinas – Sabinar