A muchos de los turistas que llegan en verano a una ciudad como Marbella seguro que les pasa inadvertido su centro histórico. Claro, entre playas, puertos deportivos, bares, restaurantes, discotecas y demás… Pero siempre hay que dejar un pequeño rinconcito de nuestras vacaciones para esos lugares más desconocidos.
Por ejemplo, ¿sabíais que Marbella cuenta con sus viejas murallas?. Pues sí, las antiguas torres y murallas que defendían y fortificaban a la ciudad. Datan de la época musulmana y, además de ser un atractivo histórico, representan la parte más antigua de la ciudad. Si tenéis vuestros hoteles en Marbella en el centro, seguro que las véis.
Se comenzaron a construir en el siglo IX, aunque el aspecto actual forma parte de las ampliaciones nazaríes del siglo XIV. Murallas y torreones defendían y cerraban la ciudad, en la que también teníamos la Alcazaba o Castillo, además de una mezquita, ubicada en el lugar en el que ahora se levanta la Iglesia de la Encarnación.
Daros un paseo por la calle Carmen, en el centro histórico de Marbella, y veréis el antiguo acceso a la puerta principal de la Alcazaba de Marbella. Imaginaros que estas murallas cubrían un perímetro de hasta 80.000 metros cuadrados, lo que hacían de la ciudad marbellí un terreno casi inexpugnable.
Otro de los lugares en los que se puede apreciar restos de estas viejas murallas es en la calle Trinidad. El muro que recorre esta calle es tal vez uno de los más antiguos, ya que posiblemente perteneciera a la época romana, reforzado por los musulmanes.
Para seguir viendo restos de estas viejas murallas hay que irse a la Plazuela de la Iglesia, donde puede verse uno de los torreones que formaban parte del castillo marbellí. Pero, aunque algunos tramos han sido restaurados, es una pena que un legado como este, de tan enorme valor, no esté tan considerado en la ciudad.
Y eso que hoy en día está catalogada como Bien de Interés Cultural. Si tenéis la oportunidad de pasar vuestras vacaciones en Marbella, os vendría bien dar una vueltecita por el centro histórico de la ciudad, lo que fue su medina. Seguro que descubrís una Marbella distinta, y que bien lo merece.
Foto Vía Paperblog
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