Si por estas fechas de frío y Navidad estáis en Galicia, y os tropezáis con un círculo de personas revolviendo un líquido de fuego lentamente, e invocando a los demonios, nos os asustéis. Estáis asistiendo al ritual celta de una queimada. Este ritual pagano se remonta al siglo XI, cuando las tribus celtas recorrían el noroeste español procedentes de Galicia.
Llevaban consigo una receta que se ha transmitido de generación en generación. Este líquido de fuego aún se elabora en muchos festivales de Galicia. Incluso en fiestas privadas y reuniones de amigos, como una forma curiosa y ancestral de alejar a los espíritus malignos que esperan pacientemente a las almas inocentes.
La bebida se prepara en una olla de barro, que simboliza la tierra. El aguardiente gallego de orujo, un vino destilado con un contenido de alcohol muy alto, simboliza el agua o las lágrimas de la Madre Naturaleza, y se convierte en la base de esta bebida. Este orujo de aguardiente se mezcla con hierbas o café, azúcar, ralladura de limón y granos de café.
En el caldero se enciende una llama, y el alcohol se empieza a quemar, simbolizando la luz. El azúcar se extrae del fondo de la olla de barro, creando una hermosa cascada de fuego azul, que carameliza. Cuando las llamas finalmente desaparecen, las bebidas, calientes, toman una forma de color canela, y se echan con un gran cucharón en vasos de barro.
Mientras las llamas crepitan y suben por efecto del azúcar, se suele recitar o cantar un conjuro, que en su origen es un poema medieval, y sirve para proteger el alma de los espíritus malignos que están cerca.
«Cuando esta bebida pase por nuestras gargantas,
nos veremos libres del mal de nuestra alma […]
Fuerzas de aire, tierra, mar y fuego,
a vosotros hago esta llamada,
si es verdad que tenéis más poder que humana gente,
aquí y ahora,
haced que los espíritus de los amigos que están fuera,
participen con nosotros de esta queimada».
Cuenta la leyenda que, tras el conjuro, el primer sorbo de la queimada purifica el alma y expulsa los malos espíritus, mientras que el segundo limpia la mente de los prejuicios, y el tercero da lugar a la pasión.
Foto Vía Cousas de Meigas
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