Trujillo, en la provincia de Cáceres, es una pequeña ciudad enjaezada de palacios y casonas nobiliarias. Cuando uno se aventura por estas tierras no llega a imaginar su enorme patrimonio. Pero claro, si atendemos a su historia, aquella que nos recuerda a numerosos trujillanos que, durante la época de las expediciones, se enriquecieron con el oro americano, se nos aclara un poco el hecho de ver a tan magníficos edificios por aquí reunidos.
Uno de los rincones más emblemáticos de Trujillo es su Plaza Mayor. Comenzó a diseñarse en el siglo XV y es, posiblemente, una de las plazas renacentistas españolas más interesantes en cuanto a su conjunto patrimonial. De ahí que si reserváis vuestros hoteles baratos en esta ciudad, y en cualquier punto de la provincia de Cáceres, este rincón trujillano es de visita imprescindible.
¿Qué es lo hace a esta plaza tan monumental, entonces? En primer lugar aparece dominada por la estatua ecuestre de Francisco Pizarro, uno de los hijos ilustres de Trujillo. La estatua, construida en bronce por Charles Rumsey, es tal vez de lo más moderno de la plaza, ya que fue colocada allí en 1929.
Si nos colocamos precisamente junto a ella podemos ir viendo todos los edificios que conforman el conjunto. Empezando por la Iglesia de San Martín, construida entre los siglos XIV y XVI, con sus dos magníficas torres y, en su interior, sus esculturas y el órgano barroco. Seguimos contemplando la plaza y encontramos el Palacio de los Duques de San Carlos, que data del siglo XVI y ofrece una interesante fachada de estilo plateresco.
Al otro extremo de la Plaza Mayor encontramos el Palacio del Marqués de Piedras Albas, construido en el siglo XVI, así como el Palacio del Marqués de la Conquista. Este último, desde mi punto de vista, es uno de los edificios civiles más interesantes de todo Trujillo. Construido en el siglo XVI como residencia de Hernando Pizarro, destaca prácticamente todo su conjunto, reformado ostensiblemente en el siglo XVIII.
Hay otros edificios a destacar en la plaza, como la Iglesia de la Sangre, de estilo barroco; el Palacio de los Chaves-Cardenas, que muchos conocerán como Casa del Peso Real; o la Casa de las Cadenas y su Torre del Alfiler, construida en el siglo XIV. Todos y cada uno de ellos, como os decíamos al principio, hacen de la Plaza Mayor de Trujillo uno de los conjuntos más impresionantes de España.
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- Trujillo, la ciudad de los exploradores