La ciudad amurallada de Gerona

Gerona está situado al norte de Barcelona, en el valle del río Ter, entre los macizos montañosos de Las Gavarres y Las Guilleries. Su ubicación estratégica ha  favorecido su crecimiento original como un bastión importante, y su historia se caracteriza por una lista aparentemente interminable de acontecimientos militares que han inmortalizado su nombre.

Es por ello que los vuelos a Gerona son los más buscados en la web para las ofertas del caso en vista que la ciudad se ha convertido en un destino para los turistas. La ciudad centa con el Aeropuerto de Gerona-Costa Brava, que está ubicado a 13 kilómetros de la ciudad y a 100 kilómetros de Barcelona.

Uno de los aspectos que llamará la atención del visitante son sus murallas que son parte de la rica historia de Girona. Por ejemplo, en el siglo 12 se caracterizó por la construcción de muchas edificaciones románicas pendientes. Y en la época gótica de la ciudad comenzó a expandirse y ampliar sus secciones de paredes, que se extendió hacia los barrios que habían crecido alrededor de la parte romana.

Incluso durante los siglos 16 y 17 se produjo un aumento en la construcción de muros defensivos, incluyendo fortalezas, cuarteles militares y otros edificios de defensa.

La magnífica zona amurallada, que se conserva en casi su totalidad, se puso por última vez a la prueba durante los sitios famosos de 1808-09, cuando se enfrentaron a las tropas de Napoleón. A pesar de todo, las funciones estratégicas y defensivas de la ciudad hizo de ninguna manera impiden el desarrollo de un centro histórico de valor excepcional.

Un buen ejemplo es la Catedral, una enorme construcción que fue construido laboriosamente durante muchos siglos.  El claustro y la torre contiene algunos excelentes ejemplos del arte románico. La nave gótica, es única en su género, mientras que la fachada principal muestra claramente las influencias del barroco. En el interior, encontramos el Museo del capítulo, que contiene una exhibición espectacular tales como un manuscrito del Apocalipsis (10C) y el bordado famoso conocido como «La Creación» (12C).

Saliendo de la Catedral, el visitante puede dirigirse al antiguo Palacio Episcopal, hoy convertida en un museo de arte, así como varias construcciones medievales. Otros edificios de interés que se ha tropezado figuran el Convento de Sant Doménec (14C-16C), la Iglesia de Sant FéIiu, que es de planta románica y una bóveda gótica, y el Monasterio de Sant Pere de Galligants en donde se halla el Museo Arqueológico.

El patrimonio monumental de toda Girona se complementa con una gran cantidad de obras de arte expuestas en museos de la ciudad. De particular importancia es el Museo del capítulo, donde, además del manuscrito ya se ha mencionado y bordados, hay una magnífica colección de objetos trabajados en oro y plata que datan de la época gótica, la escultura de Sant Carlemany, el arco árabe de Hixem II, y varias piezas religiosas de valor.

Hoy en día, Girona, además de su encanto histórico, es una ciudad bulliciosa, animada, con una gran variedad de lugares familiares y tiendas para unas vacaciones gratificantes.

Foto Vía turismoyvacaciones

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