El verano pasado estuve unos días de escapada en la isla de Gran Canaria. Siempre me gusta disfrutar del clima de esta tierra, tan plácido, tan benigno en cualquier época del año, ideal para tumbarse al sol o hacer diferentes excursiones. Porque Gran Canaria se presta a cualquier tipo de turista: el de costumbres relajadas y el que no puede estarse quieto ni un solo momento.
En esta ocasión mis vacaciones Gran Canaria estuvieron más cerca de este último aspecto. Os cuento hoy la excursión que hice a las ciudades de Arucas y Firgas, ambas situadas en el norte de la isla y apenas separadas por diez kilómetros. Ciudades que cuentan, curiosamente, con el mejor ron (Arucas) y el mejor agua embotellada (Firgas) de Gran Canaria, productos que se han convertido ya en auténticos souvenirs.
El agua mineral de Firgas es uno de los productos más vendidos en Gran Canaria. Un pequeño paseo por la población nos llevará a conocer el célebre Paseo de Gran Canaria, una de las calles más hermosas de la isla, con su cascada de más de 30 metros de longitud en el centro. Esta calle toma forma de escalera y, junto a los escalones, aparecen un mosaico de baldosas con el escudo de armas de todos los municipios de Gran Canaria.
Siguiendo nuestro recorrido por Firgas llegamos hasta la Iglesia de San Roque, situada en la plaza del mismo nombre, en la que también se halla la imagen de San Juan de Ortega, primer patrón de Firgas. De todas maneras, lo mejor de esta coqueta plaza no son sus monumentos, sino las hermosas vistas que se obtienen. En días claros se llega incluso a apreciar Tenerife y Fuerteventura.
Hay otros edificios en Firgas a descubrir, como la Casa de la Cultura, que alberga la Biblioteca y una sala de exposiciones, o el Ayuntamiento, construido a mediados del siglo XX. A las afueras de la población hay que resaltar el Molino del Conde, un molino de gofio que data del siglo XVI.
Y, como no podía ser de otra manera, en Firgas encontraremos tiendas y más tiendas que te venden el agua embotellada de Firgas como toda una reliquia turística. Eso sí, también hay que destacar su artesanía en madera, los bordados (hay artesanos que siguen trabajando en talleres antiguos) e instrumentos musicales como el timple.
Otro día os seguiré contando mi pequeña aventura en el norte de Gran Canaria, con la visita a Arucas.
Foto Vía Info Norte Digital
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