A Estella se la conoce como la capital del románico en Navarra. Y a fuerza que debe ser cierto, por la gran cantidad de ejemplos que podemos disfrutar en ella. Situada a unos cuarenta kilómetros al suroeste de Pamplona, el Camino de Santiago le ha dado vida y fama, además de una afluencia de peregrinos que, desde siempre, han recorrido sus callejuelas sinuosas y empedradas.
Se puede decir que desde el siglo XI Estella ha estado ligada a la historia de la ruta jacobea. Los peregrinos buscaban en ella el descanso y el buen yantar, como se puede leer en más de una crónica del camino. Hoy llegar se llega muy fácil. Podemos reservar nuestros vuelos a Pamplona, y de allí tomar rumbo a Estella, que también queda a poco más de cuarenta kilómetros al norte de Logroño.
Ya la belleza de Estella nos la remiten desde el siglo XV, cuando a estas tierras se las conocía como Estella la bella. Sus palacios, iglesias, conventos, casas señoriales y puentes románicos dan fe de ellos desde tiempos remotos. La cruza de manera sugerente el río Ega, que parece esconderse bajo la tupida cortina de montañas que se suceden sobre los antiguos tejados de la ciudad.
Si nos adentramos en el centro histórico de Estella, quedaremos prendados ante la belleza del Palacio de los Reyes de Navarra, construido en el siglo XII en la Plaza de San Martín. Hoy en día alberga el Museo de Gustavo de Maeztu. Muy cerca del palacio se halla la Iglesia de San Pedro de la Rúa, construida en estilo románico en el siglo XII, con un hermoso claustro interior de la misma época, de los más bonitos de España.
Hay otros edificios que se asomarán a nuestro deambular, como la Iglesia de San Miguel de Estella, también de factura románica, en la que destaca poderosamente su fachada, y especialmente la Iglesia del Santo Sepulcro, erigida en el siglo XII, y un lugar muy devocionado por parte de los peregrinos que llegan a la ciudad.
Tarde o temprano desembocaremos en la Plaza de los Fueros, corazón de Estella, que nos llevará hasta lugares como el Convento de Recoletas o el de Santa Clara, además de la Puerta de Castilla y el Palacio del Gobernador, del siglo XVII, que alberga el Museo del Carlismo. Porque Estella, además, es conocida también como la capital del carlismo.
Este antiguo burgo de francos, construido para atender las necesidades de los peregrinos, es hoy Estella, un rincón de factura sin igual. Su patrimonio y su legado bien merecen la pena, tanto si estáis haciendo la ruta jacobea como si vuestra intención es simplemente turística. Que el románico os acompañe en estas tierras…
Foto Vía Casa Turismo Rural
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