Este es uno de esos mercados tradicionales que hay en España donde se pueden comprar todo tipo de alimentos. Sin embargo, también es de esos pocos mercados que están llenos de turistas provistos con sus cámaras de fotos para inmortalizar lo sugerente de la arquitectura de este rincón tan peculiar.
Estamos en el Mercado Central de Valencia, un edificio construido a principios del siglo XX al más puro estilo valenciano, con mosaicos de colores y mucha cerámica de la zona. Pero, a pesar de estar construido en esta época, el Mercado Central de Valencia es uno de los mercados de alimentos más antiguos de Europa. Está situado entre la Iglesia de los Santos Juanes y la Lonja de la Seda o de los Mercaderes.
Hay muchos vuelos low cost que os pueden llevar a Valencia y conocer, entre muchos otros atractivos, este Mercado Central. Tiene una superficie de más de ocho mil metros cuadrados y cuenta con más de mil puestos de venta. Frutas, pescado fresco, verduras, carne y todos los ingredientes para una buena paella podéis encontrar aquí.
Cuando estéis en el Mercado Central no sólo miréis los puestos sino que también fijaros en su arquitectura. Por ejemplo las cúpulas del techo, colocadas a diferentes alturas para que la luz pueda entrar a través de las ventanas de colores. Es imposible no levantar vuestra cámara de fotos hacia el techo y hacer algunas fotografías.
Una visita al Mercado Central de Valencia es acercarnos un poco más a la vida diaria de cualquier valenciano. Abre de lunes a sábado, de 07.30 a 14.30 horas. Dentro os daréis cuenta de lo enorme que es este edificio modernista.
Hace poco se le ha realizado una interesante reforma al Mercado Central, lo que ha posibilitado que podamos disfrutar este edificio mucho mejor. Se ha convertido en un auténtico placer para los sentidos. Desgraciadamente en los últimos años este tipo de mercados tradicionales ha pasado a ser un elemento más turístico que comercial, con la proliferación de las grandes superficies.
Aún así el Mercado Central de Valencia es un lugar sumamente hermoso, enorme, con una alta cubierta y una gran linterna central. Resulta también muy interesante el hecho de que no tenga grandes edificios a su alrededor, por lo que se puede ver perfectamente y dispone de mucha más luz en su interior.
Foto Vía Iberistas
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