Toledo y su centro histórico es de esos lugares imprescindibles de visitar en España. Tiene tantos atractivos que resulta muy difícil saber por dónde empezar. Nosotros hoy lo hacemos por el Castillo de San Servando, una fortaleza que fue construida en el siglo XIV sobre un anterior castillo musulmán.
Aún así ya hay constancia de que en el siglo XI el rey Alfonso VI se lo entregó a los caballeros templarios para usarlo como monasterio, ya que fue una antigua iglesia visigoda. Pero con el peligro de los musulmanes acechando, pasó a ser fortaleza defensiva. Cuentan también que fue allí donde veló armas el Cid antes de reconciliarse con el rey.
Para ir a verlo podéis tomar vuestros vuelos Madrid e ir hasta Toledo, donde hay que cruzar el Puente de Alcántara desde el centro histórico y situarnos en el Cerro de San Servando, junto a la ribera del río Tajo. Destinado como fortaleza para defender a la ciudad, cuando perdió su uso defensivo sirvió como almacén de pólvora en 1857, declarándose Monumento Nacional en 1874.
Su planta es rectangular y cuenta con una serie de torres cilíndricas y huecas en tres de sus esquinas. La puerta principal es la que da hacia la ciudad, y tras ella se sitúa la torre del homenaje, la más grande del recinto. Sin duda alguna es una de las mejores obras de arquitectura mudéjar en España.
Hoy en día tenemos la suerte de poder encontrarlo completamente restaurado. Durante estas últimas décadas ha servido como colegio menor, sede de las Cortes de Castilla la Mancha y residencia universitaria, además de albergue juvenil y lugar de celebración de cursos y conferencias.
Es una delicia subir hasta el cerro del castillo para tener unas vistas maravillosas de Toledo y el río Tajo. Precisamente alguna de las mejores fotografías que se pueden ver de la ciudad están hechas desde el Castillo de San Servando.
Sin duda estamos en uno de los lugares más históricos de la ciudad. Podéis verlo incluso citado en el Poema de Mío Cid, y en algunos poemas de Luis de Góngora, quien habla de él como del Castillo de San Cervantes, o en el Quijote de Avellaneda. No dejéis de visitarlo cuando estéis en Toledo.
Foto Vía Travbuddy
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