Más que la imagen en sí del monasterio, es la historia que encierran sus muros. Piedras calladas que guardan en silencio el dolor de Juana la Loca y los devaneos amorosos del rey Pedro y su esposa secreta, María de Padilla. Cuando uno visita el Monasterio de Santa Clara en Tordesillas sabe que acabará rodeado de cientos de sombras y leyendas.
Pero, además de estas historias, no podemos por menos que admirar también la belleza del conjunto. Se trata de uno de los ejemplos mudéjares más bonitos que quedan en España. Fue fundado en 1363 por la infanta Doña Beatriz, hija de Pedro I, aunque la iglesia que veréis fue un añadido posterior, de principios del XVI. Una boda allí debe ser muy especial, ¿verdad?.
Porque, más que un monasterio, hay que tener en cuenta que estamos ante el palacio que se construyó en Tordesillas Alfonso XI. Hoy se le llama así al conjunto que forman el palacio, el convento de las clarisas y los baños árabes. Ni que decir tiene que es uno de los edificios mudéjares más interesantes de Castilla y León.