La isla de Tenerife alberga algunas pequeñas joyas turísticas de gran interés. Una de ellas, de la que guardo muy buenos recuerdos, es Garachico, una pequeña población situada a unos sesenta kilómetros al oeste de Santa Cruz de Tenerife.
De gran tradición costera y marinera, Garachico es uno de los rincones más pintorescos de la isla. El blanco encalado de sus casas y sus hermosas vistas al mar lo hacen visita imprescindible si tenéis reservados vuestros vuelos baratos a Tenerife. Precisamente hoy nos acercamos a él para conocer uno de sus principales monumentos, el Castillo de San Miguel.
Este castillo fue construido en 1577, casi un siglo después de la fundación de Garachico, por orden de Felipe II. Se trata de una de las fortalezas más importantes de la isla, ya que Garachico fue, hasta comienzos del siglo XVIII, el principal puerto de Tenerife, de ahí que necesitara un recinto defensivo de gran calado. Pero, con lo que no contaba Garachico era que de nada le sirvió aquel castillo para frenar la erupción del volcán de Arenas Negras quien, en el año 1706, arrasó la población.