Aunque pueda parecer lo contrario, los musulmanes también hicieron acto de aparición por la isla de Menorca. Aún quedan algunos vestigios que pueden dar fe de ello, como por ejemplo el Castillo de San Águeda, que se sitúa en el pueblo de Ferrerías, a unos 17 kilómetros al este de Ciutadella.
Toma su nombre de la colina en la que se halla situado, que precisamente es uno de los puntos más altos de Menorca. Es difícil precisar el año en el que fue construido, aunque muchos apuntan que fue a comienzos del siglo X, cuando la Manurqa musulmana se unió al califato de Córdoba. Hay que tener en cuenta que no se han encontrado referencias escritas de la presencia de este castillo antes de 1232.
Cuando reservéis vuestros vuelos a la isla, esta fortaleza podría ser una visita interesante, sobre todo si sois amantes de los viejos castillos. Hasta él se accede a través de una calzada romana, ya que se supone que el castillo está construido sobre las ruinas de un antiguo castro romano.