Reconozco que me acerqué simplemente a Alcalá de Henares con la idea de conocer la ciudad que vio nacer a Don Miguel de Cervantes. Acababa de leerme el Quijote y quería rendirle tributo por su obra. Sin embargo, aquella ciudad me sorprendió sobre todo por la historia ancestral que encierra. Un lugar que no deberíais perderos en absoluto aprovechando cualquiera de sus ofertas de hoteles.
Alcalá de Henares se encuentra a unos treinta kilómetros al noreste de Madrid. Su historia se remonta miles de años atrás ya desde el neolítico. En la época celtibérica fue un importante asentamiento conocido como Iplacea. Ya en el siglo I, con la llegada de los romanos, pasó a llamarse Complutum y convertirse en una de las ciudades más importantes de la Península Ibérica.
Desde entonces se han descubierto en ella muchos restos arqueológicos, como un foro, las termas, una basílica, el mercado y una serie de villas romanas. Cuatro siglos más tarde fueron los visigodos los que entraron en la ciudad, antes de la llegada de los musulmanes, quienes construyeron en la vieja Complutum el Castillo de Al Qalat en Nahar.