Para los que hemos tenido la oportunidad de visitar Bilbao hace unos años, hoy no tiene nada que ver con aquella ciudad que nos recibió un día. La que para muchos era una urbe vieja y sin interés, hoy tal vez se ha convertido en una de las más vibrantes y modernas de España. No podemos por menos que aconsejaros qué ver en Bilbao.
A mí particularmente me encanta pasear a la caída de la tarde, o bien temprano por la mañana, por el Paseo de Abandoibarra, llegando hasta el paseo marítimo después de atravesar el célebre Museo Guggenheim. Un recorrido por el centro histórico, con la Plaza Nueva y alrededores, sobre todo los domingos por la mañana, la Catedral de Santiago…
Claro, el centro histórico no se queda aquí, porque además de las Siete Calles y sus bares de pintxos, no nos queda otra que seguir por el Arenal, el Teatro Arriaga, el Mercado de la Ribera, la Iglesia de San Antón, el Palacio Jhon o Edificio de la Bolsa, que es el único punto del centro histórico desde el que se ve la Basílica de Begoña.