Os contaré un secreto: me encanta Oviedo a la luz de sus farolas, Oviedo en el corazón de la noche, completamente iluminada. Su rostro de piedra se torna melancólico, nostálgico, enormemente bello. La fachada de la catedral es una fantasía de luces y piedra. Su esbelta torre se vuelve más elegante, mucho más delicada, como coqueta.
Pasear por Oviedo es uno de los grandes placeres que podemos descubrir en esta ciudad. En este rincón de ocio, porque para pasárselo bien hay que pensar en Oviedo. En sus calles antiguas, sus sidrerías, sus bares y restaurantes. Hacedme caso, reservad vuestros vuelos baratos a Asturias, poned rumbo a Oviedo, y lo pasaréis genial.
El ambiente es sumamente agradable. Las calles donde se hallan la mayoría de tiendas, cafeterías, bares y restaurantes son peatonales, por lo que se puede disfrutar más ociosamente. El Casco Antiguo es el rincón perfecto para la vida nocturna de Oviedo. Las calles Quintana y Rosal son las que concentra al ambiente más joven, mientras que las calles Mon, Carta Puebla, Carpio, Fuero, Máximo y Fromestano, Rúa y Martínez Vigil son más propias para los universitarios.