La carretera que te lleva a Bárcena Mayor es de esas de las que te preguntas en el coche: ¿saldrá esto a alguna parte?. Pues sí, sí que sale. Y a uno de los pueblos más bonitos de Cantabria, por lo menos para mi gusto. Uno de esos pueblos con encanto, en donde hacer turismo rural en los meses de invierno debe ser una pasada.
Bárcena Mayor se halla a unos 70 kilómetros al suroeste de Santander. Es tan pequeño, y sus calles son tan empedradas, que el coche hay que dejarlo prácticamente a las afueras. O al menos es lo más recomendable. Ni que decir tiene que un fin de semana aquí lo merece, unas vacaciones en el corazón de Cantabria valen su peso en oro.
Siento especial predilección por lugares como Bárcena Mayor. Casas con tejados oscuros, puentes de piedra, álamos que apenas te dejan ver más allá de tres o cuatro casas, y su pequeña iglesia del siglo XVII. La sencillez de lo antiguo, lo tradicional, la naturaleza que se prende del corazón, algo así es lo que se puede encontrar por aquí.
No os llevará mucho tiempo pasear por las callejuelas de Bárcena Mayor. Quizás sea el pueblo más pequeño que la calma que reina en él. La tranquilidad que se respira es como un empujón de alegría para el alma. ¿El tiempo?. Viendo algunas casas de piedra, con sus vigas de madera y sus establos en la parte de atrás, parece que hace tiempo que no pasa por aquí.
Montes y bosques pueden verse desde el corazón de Bárcena Mayor. Algunos dicen que estamos en el pueblo más antiguo de Cantabria. Cuando antiguo no quiere decir viejo, descuidado, ni mucho menos. Bárcena Mayor es Conjunto Histórico Artístico desde 1979, un lugar que hay que conocer.
Os recomiendo visitarlo en temporada baja, que es cuando tiene mayor encanto. Me gusta ver gente, pero siempre digo lo mismo, cuantos menos turistas, mejor. Así uno se lleva la sensación de haber estado perdido en el corazón del silencio. Y Bárcena Mayor tiene silencio, naturaleza, arquitectura, encanto… todo lo que uno siempre desea encontrar en sus vacaciones, ¿no?.
Foto Vía Joyas de Cantabria
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