Ávila es una de las grandes ciudades patrimoniales de España. No sólo porque conserva uno de los mejores ejemplos de arquitectura medieval con sus célebres murallas, sino porque además su centro histórico es de los mejores que podamos visitar. La ciudad se halla apenas a hora y media de Madrid, por lo que una de las mejores posibilidades para acercarse a ella es a través de los muchísimos vuelos que tenemos hasta la capital de España.
Desde Madrid se puede tomar el tren hasta Ávila, en un viaje que nos llevará por un maravilloso paisaje natural, atravesando la Sierra de Guadarrama. Yo tuve la oportunidad de hacer este viaje en otoño, hace pocos meses, y la verdad que contemplar esas cumbres nevadas, y esos pequeños pueblos de piedra rodeados de una explosión de colores es algo que no debéis perderos.
Además, tendréis la suerte de pasar muy cerca del hermoso e histórico Monasterio de El Escorial. Las vistas que se tienen del mismo desde el tren, con el telón de fondo de las montañas, no tienen precio. Un poco más tarde llegaremos a la altísima Ávila, situada a más de mil metros sobre el nivel del mar. Ciudad fortaleza en la época medieval, cuando la mayor parte de la zona sur española estaba ocupada por los musulmanes.
Las famosas murallas de Ávila tuvieron un papel fundamental. Fueron construidas por Alfonso VI en el siglo XI, como parte de la reconquista cristiana. En algunos lugares tienen hasta tres metros de espesor. y cuentan con nueve puertas y 88 torres. Resulta maravilloso caminar por su base, sobre todo a la hora del atardecer. A esa hora es fácil imaginar a los grandes caballeros medievales cruzando y vigilando desde las almenas.
Otra visita imprescindible en Ávila es su catedral. Nada tiene que ver su fachada con el bellísmo interior. Fue construida casi en la misma época que las murallas. Me encanta la catedral porque, ya sólo con verla nos refleja ese aire espiritual que emana la ciudad. Sin ir más lejos, otra visita de este estilo es la Basílica de San Vicente, fuera de las murallas, mártir que murió precisamente en Ávila durante la época romana. Fue en la cripta de esta iglesia donde Santa Teresa tuvo una de sus primeras visiones.
Santa Teresa es una de los personajes históricos más importantes de la ciudad y uno de los místicos más fascinantes del siglo XVI. Nació en Ávila en 1515 y vivió la mayor parte de su vida aquí. Uno de los lugares emblemáticos de la santa es el monumento de los Cuatro Postes, cuatro postes en torno a una cruz. Es un lugar muy interesante, ya que desde allí se pueden ver unas preciosas vistas de la ciudad.
Cerca de la parte sur de las murallas se halla precisamente el Convento de Santa Teresa, construido en el lugar donde nació la santa, y que hoy alberga también un museo. Otra visita imprescindible es el Convento de la Encarnación, donde Santa Teresa vivió como monja durante treinta años. Tiene muchos recuerdos personales de la santa, y se puede ver la escalera donde se dice que tuvo una visión del Niño Jesús.
En una calle lateral cerca de la Plaza de Santa Teresa se halla el Convento de San José, al sureste de la catedral. Se trata de un lugar significativo donde, en 1562, se formó un grupo de monjas que más tarde serían conocidas como las Carmelitas Descalzas.
Foto 1 Vía Agenciasic
Foto 2 Vía Martius
- Conozca el Convento de la Encarnación en Avila
- Conozca el Convento de la Encarnación de Avila
- El Convento de Santa Teresa en Avila