El norte de España y Galicia en particular ha sido durante mucho tiempo una auténtica joya por descubrir, dentro de la industria del turismo. Dentro de esa joya hoy queremos detenernos en la ciudad de Vigo, un tesoro gallego de gran importancia en la región.
Tradicionalmente, siempre se ha visto a Galicia como una región agrícola y pobre, cuya economía no se presta a la modernización. Sin embargo, los gallegos, cuyos orígenes son celtas, no son en absoluto así. Ellos se sienten muy orgullosos de su cultura y de su idioma, algo que los hace únicos dentro de esa España moderna en la que algunos no parecen querer incluirla.
Galicia fue tierra que nunca fue conquistada por los musulmanes en la Edad Media. En aquella época estaba bajo el dominio de los reinos asturianos. Afortunadamente, con el paso de los siglos, Galicia ha logrado que su historia no se pierda, y es ahora cuando la industria del turismo está perfectamente asentada en la región.
Vigo es la ciudad más grande de Galicia, y se encuentra en la costa occidental, al sur de Pontevedra y al oeste de Ourense. Vigo es sumamente importante en lo que respecta en lo que respecta a la industria pesquera española, y, junto con La Coruña, alberga una industria que emplea a unos 61.000 pescadores y 16.000 barcos.
La ciudad de Vigo se divide en dos. La parte antigua de la ciudad, donde se desarrolla el trabajo pesquero, con recuerdos de un rico patrimonio de todos aquellos que en algún momento llegaron a Vigo procedente de Londres, Sudámerica y otras partes del Nuevo Mundo. En contraste a esto, tenemos la parte nueva, alrededor de la Marina, llena de restaurabtes y cafés de moda.
La vida de Vigo se desenvuelve alrededor de su puerto, y así ha sido durante siglos. El puerto de la ciudad fue utilizado por los navegantes y comerciantes fenicios y celtas, mucho antes de que la propia ciudad fuera colonizada por los romanos. Vigo ha pasado de una progresiva modernización en los siglos XVIII y XIX, a un estancamiento en la época franquista.
Se trata de una ciudad con muchos contrastes, pero que merece la pena ser visitada. Tiempo tendremos de descubrir sus monumentos, sus lugares de interés y las rutas que se pueden hacer por ella. De momento nos quedamos con esta pequeña introducción.
Foto Vía Flickr
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