Dubrovnik es un destino turístico desde hace tiempo. Definitivamente atrás quedaron los años en los que la Cortina de Hierro complicaba conocer sitios maravillosos, así que hoy es una ciudad que recibe muchos visitantes.
Dubrovnik es una ciudad muy hermosa. Está a orillas del Adriático, para sumarle magia, y desde hace 40 años es Patrimonio Mundial. Es decir, tiene todo para no perdérsela.
Dubrovnik
Es una ciudad que por su ubicación costera siempre ha estado relacionada con el comercio marítimo. Tiene siglos de vida y por ella han pasado los griegos, eslavos, bizantinos y romanos, venecianos, húngaros, otomanos…
Imagina entonces la riqueza cultural que tiene esta ciudad croata, llamada alguna vez Ragusa. Con tantos siglos de historia visitarla debe ser como dar un increíble viaje por la historia del mundo, así que apunta qué ver en Dubrovnik.
Qué visitar en Dubrovnik
Hoy en día está entera pero lo cierto es que la Guerra de los Balcanes de los años ’90 causó estragos en ella. Fue sitiada por serbios y montenegrinos durante más de medio año y no la pasó nada bien. Las reparaciones duraron mucho pero hoy está preciosa.
De todas maneras, la cantidad de turistas que recibe, por lo menos el Casco Histórico, es el problema moderno que enfrenta. Por eso, desde 2018, por ejemplo, controla la llegada y partida de cruceros.
Las murallas medievales de Dubrovnik están todavía de pie, blancas, con sus torres y sus fuertes. También hay palacios de estilo gótico renacentista y residencias barrocas. Todo enmarcado con el azul del mar.
Empecemos por el Casco Antiguo. En general se ingresa a esta parte de la ciudad a través de la Puerta Pile, teniendo justo enfrente la Stradun, o Placa, que corre desde esta puerta hasta otra llamada Ploce, del siglo XV. Está pavimentado y aquí verás la hermosa Fuente Onofrio, de 1438.
Sobre la mano derecha hay un monasterio franciscano que contiene una de las farmacias más antiguas de Europa todavía en funcionamiento, ¡desde 1391! Además de la farmacia tiene un hermoso claustro de 1360.
Al final de la Stradun está la Columna de Orlando que suele ser un punto de encuentro muy popular. Cerca verás el Palacio Sponza y la encantadora Iglesia de San Blaise, de estilo barroco.
El Palacio Sponza se construyó en 1522 y es uno de los sobrevivientes del gran terremoto de 1667.
Ha tenido múltiples usos en el tiempo pero hoy alberga los archivos de la ciudad y a veces hay exhibiciones en la planta baja. Y si te interesa la guerra de los ’90 hay una exhibición permanente dedicada a quienes dieron su vida.
También está al Palacio del Rector construido en 1441 y que hoy alberga un museo muy interesante. Su arquitecto fue el mismo que el de la fuente pero su historia turbulenta, explosiones y terremotos hicieron mella en él, hizo que tenga estilos diversos.
Justo enfrente de este palacio verás la Plaza Gunduliceva Poljana y con suerte podrás pasear por su colorido mercadillo matutino. Aquí también hay otro monasterio, pero jesuita, que data de comienzos del siglo XVIII.
Si tienes ganas de ver el mar entonces desde aquí caminas un poco y llegas al puerto viejo, un buen punto para visitar las murallas medievales que originalmente datan del siglo X pero fueron reforzadas y ampliadas a mediados del siglo XV.
Estas murallas tienen tres metros de grosor cuando recorren el mar y seis del lado interno. Protegen el casco antiguo con cuatro fortalezas, una en cada esquina: la Fortaleza Revelin, la Torre Minceta, la Fortaleza San Juan y el Bastión Bokar.
Más arriba hablamos de la Puerta Pile. Está al oeste y tiene una estatua de San Blaise, que es el santo patrono de Dubrovnik. Dijimos también que en el centro de la plaza hay una fuente: la Fuente Onofrio de 1438, dañada por el terremoto del siglo XVII y por la guerra en 1992.
La Catedral de Dubrovnik de hoy data de 1673 y reemplazó a la original del siglo XII destruida por un terremoto. Tiene una pintura dedicada a la Asunción de la Virgen María, supuestamente realizado por Titian, y la calavera de San Blaise con una enjoyada corona.
Otro terremoto, el de 1979, reveló en los cimientos de la catedral otra: una catedral romanesca, y cuando las excavaciones continuaron otra iglesia todavía más antigua salió a la luz, de alrededor del siglo VI. ¡Una maravilla!
Una excelente manera de tener una buena panorámica de Dubrovnik es subir a lo alto del Monte Srd. Puedes usar el cablecarril construido en 1969, destruido por completo en los ’90 y reparado recién en 2010.
Sube a la cima del monte en solo tres minutos y arriba hay un restaurante y cafetería, y el Museo de la Guerra Croata de la Independencia. Funciona dentro del Fuerte Imperial, construido en el siglo XIX en tiempos del dominio francés.
Excursiones desde Dubrovnik
Una de las mejores excursiones que puedes hacer desde Dubrovnik es ir a conocer los lagos Plitvice. No es cerca, pero el paisaje es tan hermoso que los 447 kilómetros de distancia hacen que el viaje valga la pena. ¿Cómo ir desde Dubrovnik?
Puedes tomar un autobús hasta Plitvice directo. Sale a las 6 pm y llega en promedio a las 3:30 am, tardando unas nueve horas. ¿Conviene llegar de madrugada? No, así que tal vez te convenga tomar el autobús de las 7:15 am que llega casi a las 5 pm.
Otra opción es coger un autobús a las ciudades de Zadar, Split o Sibenik ya que te permite llegar a Plitvice a una hora más razonable. Si tomas el autobús en Dubrovnik a las 6 am y cambias , por ejemplo en Zadar, estarás llegando a Plitvice a las 4:30 pm y si cambias en Split, a las 6 pm.
Se tarda mas, eso sí, así que una buena idea sería pasar la noche en cualquiera de estas ciudades, levantarse, desayunar, pasear y después salir para Plitvice En realidad es el Parque Nacional Lagos Plitvice, uno de los parques más grandes y antiguo del país.
Desde 1979 también es Patrimonio Mundial así que a la belleza arquitectónica de la ciudad puedes sumar esta belleza natural.
El parque está en la frontera con Bosnia y Herzegovina, en una zona montañosa y cárstica. Tiene lagos y cascadas: 16 lagos que están interconectados, separados por presas naturales de piedra travertina con algas y moho.
Hay un conjunto de lagos superior y otro inferior y son llamativos sus colores, a veces grises, azules, verdes. Cambian todo el tiempo según la concentración de minerales y microorganismos, amén de la luz solar.
Con estas hermosas imágenes, ¿para cuándo un viaje a Dubrovnik y las maravillas de Croacia?
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