Unos amigos de Barcelona me llevaron el pasado verano a Sitges, uno de los lugares sin duda más turísticos no solo de Cataluña sino del resto de España. El ambiente que se vive en él, sus playas y el componente cultural e histórico que encierra lo convierten en un enclave a tener muy en cuenta.
Una vez allí decidimos visitar a otros amigos que viven en Olivella, un pequeño pueblo situado apenas quince kilómetros al norte de Sitges, y que sencillamente me encantó. No pensaba que cuando buscaba mis ofertas de vuelos baratos a Barcelona me iba a encontrar con un rincón semejante en mis vacaciones de verano.
Olivella está situado en pleno Parque Natural del Garraf. En él se aprecia el gusto tanto por el turismo de playa como por el de montaña. Cuenta con un buen número de masías y rutas turísticas de gran interés, senderos desde los que se puede observar tanto el corazón de la naturaleza como el Mediterráneo al fondo.
Las vistas, el entorno, las masías y los viejos campos de cultivo del Garraf son sencillamente fascinantes. Sus callejuelas de piedra nos trasladan en un pequeño viaje en el tiempo. Todo aquí es silencio y tranquilidad, oír el murmullo de los pájaros y sentir la brisa fresca de la montaña.
Las casas antiguas de Olivella se sitúan alrededor de la Iglesia Nueva de San Pedro y Sant Feliu, construida en 1430 al lado del Castillo Nuevo. Un laberinto de callejas se apiñan en torno al centro histórico, que se puede recorrer fácilmente en unos minutos. Es el placer de estar en un lugar sin prisas, alejado del bullicio.
Hay otros atractivos a disfrutar tanto en Olivella como en sus alrededores. En primera lugar tenemos el Castillo Viejo, construido a finales del siglo X sobre una colina, y desde el que se obtiene una maravillosa panorámica, o la iglesia del castillo, pequeña y románica del siglo XIII.
Mucho más curioso es el Palau Novella, construido a finales del siglo XIX, y que está situado en las cercanías. Conocido popularmente como el Monasterio Budista del Garraf, se trata de una antigua casa de indianos que hoy alberga el monasterio budista de Sakya Tashi Ling.
Si tenéis pensado pasar vuestras próximas vacaciones en Sitges, os recomiendo salir un día de la rutina de la playa y el ambiente nocturnos y acercaros hasta Olivella. Un lugar diferente y que os encantará por su tipismo y su sencillez.
Foto Vía Albert Sampietro
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