Excursión a Sant Cugat del Vallés desde Barcelona

Sant Cugat del Valles

Nos vamos hoy de excursión por la comarca del Vallés Occidental en Barcelona. Allí, a escasos 20 kilómetros de la Ciudad Condal, encontramos Sant Cugat del Vallés, una ciudad que podríamos decir que se halla en la otra cara de la Sierra de Collserola que domina la capital catalana.

Si tenéis vuestros hoteles en Barcelona no os resultará complicado llegar hasta aquí, ya que podéis hacerlo en coche, en autobús o en tren. A mí antes de visitarlo me sonaba a esa ciudad que siempre sale en televisión porque en ella se encuentran los estudios desde los que se realizan muchos programas, ¿verdad?

Pero claro, San Cugat tiene un patrimonio histórico-artístico más que interesante. Su atractivo principal lo encontramos en el célebre Monasterio de Sant Cugat, un monasterio benedictino construido en el siglo IX en estilo románico. Dicen en sus orígenes que era el monasterio más importante de Barcelona. La iglesia data de los siglos XII al XIV, a excepción del rosetón de la fachada, colocado en el XVI.

De todo el conjunto me quedé impresionado con el hermosísimo claustro. De los mejores claustros románicos de Cataluña, fue construido en el siglo XII (el segundo piso corresponde al siglo XVI) Si os colocáis en el centro descubriréis una preciosa sucesión de columnas y arcos de medio punto. Junto al claustro os recomiendo ver la basílica y el Retablo de Todos los Santos, realizado en el siglo XIV.

Como no podía ser menos, el modernismo también hace acto de presencia en San Cugat. Hay dos ejemplos de enorme belleza. En primer lugar la Casa Armet, construida en 1898 por el arquitecto Ferrán Romeu i Ribot; y por otro lado la Casa Lluch, erigida en 1906 por Eduard Maria Balcells y Buigas. Esta última no se halla en la ciudad de Sant Cugat, sino a las afueras, en el bosque de Collserola.

Precisamente en los alrededores de Sant Cugat descubrimos otros edificios de interés, como las ermitas de Sant Medir y Sant Adjutori, ambas del siglo X, la Torre Negra, construida en estilo románico en el siglo XII, y el Puente de Can Vernet, un pequeño acueducto gótico del siglo XIV.

Aunque a simple vista Sant Cugat nos pueda parecer una ciudad dormitorio, hay que descubrir parte de su encanto. En unas horas podéis recorrer y conocer sus visitas imprescindibles.

Foto Vía Lluis Ribas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.