La antigua y medieval Pontis Veteris, el Puente Viejo, la más pequeña de las capitales gallegas. El paseo por el centro histórico de Pontevedra se antoja cuanto menos encantador. Sus pequeñas rúas y plazas, su singular arquitectura y el empedrado de su trazado urbano lo convierten en uno de los más interesantes de toda Galicia.
Vamos a irnos en primer lugar a la Alameda para comenzar nuestro paseo. Desde aquí la cercanía con monumentos y edificios de prestigio de la ciudad, casos del Ayuntamiento, el Gobierno Civil y la Delegación de la Xunta, es notoria. En uno de los extremos de la Alameda se sitúa la Plaza de España y las Ruinas de Santo Domingo, justo frente al Ayuntamiento, edificio construido a finales del siglo XIX.
Hacia la izquierda de la Alameda llegaremos a pocos pasos a la Iglesia de Santa María, declarada basílica menor desde 1962. Construida en las primeras décadas del siglo XVI, posiblemente sea de las iglesias más importantes de Galicia por su hermosa arquitectura. Destaca su fachada principal, todo un retablo de piedra dedicado a la Virgen María. Un monumento que bien vale por sí solo como excusa para reservar nuestros viajes baratos a Pontevedra.
Cerca de la basílica encontramos el Santuario de las Apariciones y el Parador de Turismo. A partir de aquí un laberinto de rúas se abren a nuestros pies. Hacia un lado el río Lérez y el Puente del Burgo, y al otro el resto del centro histórico. De ellas os recomendaría tomar en el Parador la rúa Princesa, que os lleva directamente a la Praza do Teucro, una de las más coquetas pero hermosas de la ciudad. A su alrededor edificios como el Palacio de los Gago y Montenegro o la Casa de los Pita, además del Teatro Principal.
Atravesando la calle Padre Sarmiento llegamos a otros de los rincones más tradicionales de Pontevedra, la Praza da Leña, con su cruceiro en el centro y sus terrazas para tapear y tomar vinos. A su alrededor el Museo Provincial de Pontevedra y, muy cerca, las iglesias de San Bartolomé y San Francisco. De esta última corre la leyenda que fue fundada por el propio San Francisco de Asís cuando iba de peregrino a Compostela.
Plazas, rúas, casas nobiliarias, viejas iglesias, palacios, cruceiros… el centro histórico de Pontevedra es un romance perpetuo con la arquitectura en piedra más típica gallega. Recorrerlo es un encanto, disfrutarlo una posibilidad a vuestro alcance.
Foto Vía Set del Viajero
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