Nos adentramos hoy en el centro histórico de Málaga para hacerle una pequeña visita a su catedral, que lleva el nombre de Santa María de la Encarnación, conocida cariñosa y popularmente como la Manquita (ahora veréis porqué). Situada en la Plaza del Obispo, frente al Palacio Episcopal y la Iglesia del Sagrario, del siglo XV, es junto a la Alcazaba uno de los principales monumentos de la capital de la Costa del Sol.
Es más, podríamos decir que se trata de uno de los mejores ejemplos del renacimiento andaluz. Comenzó a construirse en 1528, sobre los restos de la antigua mezquita árabe. Tardó en realizarse más de dos siglos, aunque, si nos atenemos a sus torres, nunca terminó de construirse. De ahí lo de Manquita ya que, a diferencia de otras catedrales, no se acabó la torre de la derecha. Una visita como veis imprescindible si tenéis vuestros hoteles en Málaga.
Lo bueno que tuvo el hecho de que se tardase más de dos siglos en construirse es que todo el templo presenta una sucesión de estilos, que va del gótico al barroco, pasando por el renacimiento. Si accedemos al interior nos llamará poderosamente la atención el coro y su hermosa sillería, realizada a mediados del siglo XVII, dos órganos barrocos de finales del XVIII, y la Capilla de Nuestra Señora de los Reyes, con las estatuas de los Reyes Católicos.
Asimismo destaca en interés la Capilla Mayor, de mediados del siglo XVI, y las diferentes obras de arte que podemos contemplar durante la visita, con esculturas de Pedro de Mena y cuadros de Alonso Cano. La nave central, de estilo renacentista, tiene una altura de más de 41 metros, misma medida que las naves laterales que, eso sí, son menos anchas.
La única torre del templo destaca sobre el horizonte de la ciudad con sus 84 metros. La torre de la derecha sin terminar, de ahí lo de Manquita, no se pudo sufragar ya que el dinero se invirtió en ayudar a los Estados Unidos durante su guerra de la independencia. Curiosamente hay una placa en la base de la torre que así lo atestigua. Sea cierto o no, siempre hay opiniones en Málaga que aconsejan terminar las obras tal cual estaba en los planos originales.
Lo que está claro es que la Catedral de Málaga es una verdadera joya renacentista. Si estáis en la ciudad, merece una visita inexcusable.
Foto Vía Padre Aviles
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