Como monumento es bastante curioso, sobre todo por el hecho de ser un templo egipcio en pleno corazón de Madrid. Pero, dejadme que os diga que el Templo de Debod es uno de esos lugares que tenéis que conocer en los atardeceres de Madrid. No recuerdo el número de fotos que le eché, pero merece muchísimo la pena.
El Templo de Debod se sitúa en el antiguo Cuartel de la Montaña, un lugar que los más viejos del lugar recordarán como uno de aquellos que más tuvo que sufrir durante la Guerra Civil española. Conflictos bélicos aparte, está cerca de cualquiera de los hoteles en Madrid, ya que a su lado está Príncipe Pío, núcleo de comunicación de la ciudad.
El Templo de Debod llegó a España en compensación por la ayuda que nuestro país prestó a Egipto a la hora de salvar los templos de Abu Simbel por mor de la construcción de la presa de Assuán. Dedicado al dio Amón de Debod e Isis, ahí donde lo véis tiene una antigüedad de más de 2.200 años.
El templo llegó a Valencia en barco, desmontado piedra a piedra, en 1970, y desde allí se transportó en camiones hasta el lugar donde se ubica hoy. Se inauguró el 20 de julio de 1972, y en el 2008 fue declarado Bien de Interés Cultural. La historia, la cultura y el paisaje de la caída de la tarde se funden aquí cada día en un abrazo mágico.
Sentaros en los bancos de los alrededores y disfrutar de la panorámica. Y pensar que este templo podría estar ahora mismo hundido bajo las aguas del Nilo si no llega a ser por la mediación de la UNESCO y del gobierno español. Hoy en día sólo quedan en pie los pilares de las puertas, ya que al templo lo rodeaban dos viejas murallas.
Cada tarde veréis gente tumbada en el césped para disfrutar de la puesta de sol sobre el Templo Debod. En ocasiones no parece que estemos en Madrid sino en pleno corazón del antiguo Egipto. Una fuente, iluminada por la noche, es el único ruido que se aprecia. Las vistas que se tienen desde aquí de la Casa de Campo, la Catedral de la Almudena y el Palacio Real son únicas.
No sé porqué no se destaca tanto en las guías de viaje de Madrid cuando el Templo de Debod debía ser uno de los grandes símbolos de la ciudad. Disfrutar a un lado de la tranquilidad y el oasis de paz que desprende el templo, y a vuestras espaldas el bullicio de Madrid. Algo incomparable.
Foto Vía Planetware
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