Alcalá la Real, conocida como la llave de Granada, es un municipio situado a 75 kilómetros de Jaén y a poco menos de una hora de los vuelos que aterrizan en el Aeropuerto Federico García Lorca. Se trata de un municipio estratégicamente situado entre las provincias de Granada, Jaén y Córdoba. Tierra de olivo y cereal, su núcleo urbano es el centro de un gran término municipal con dieciséis aldeas.
Hemos dicho que se sitúa a 75 kilómetros de Jaén, pues la ciudad de Granada no está a más de 50 klómetros y las cumbres de la bella Sierra Nevada se pueden vislumbrar al sur, sobre un horizonte de olivos. Por esto mismo es que fue la llave de Granada, la llave por la que cayó el reino nazarí. Así, podemos comenzar su visita en el Palacio Abacial, en el Lanillo, donde se encuentra el Centro de Interpretación del Territorio, abierto los fines de semana.
Hoy día hay varias excavaciones por todo el centro intentando recuperar el pasado, excavaciones que han sacado los restos de la impresionante iglesia abacial, toda una joya renacentista que fue destruida por Napoleón. Las obras de excavación, no nos impedirán disfrutar de Alcalá a través de dos itinerarios turísticos ya señalizados. Uno de ellos comienza en el barrio de Las Cruces y el otro en el Palacio Abacial.
Su ubicación, no sólo se nota en lo que a restos arqueológicos o históricos se refiere, sino que la cultura granadina también se nota en la calle. Es el caso por el que el tapeo es toda una actividad imprescindible. Podemos ir de tapeo después de recorrer la ruta de las atalayas o hacer los dos recorridos turísticos antes comentados.
Si queremos ir en verano, tenemos que saber que en la tercera semana de julio, Alcalá la Real se convierte en toda una referencia del mestizaje andalúz. Es entonces cuando se celebran los Encuentros Étnicos en la Sierra Sur, es decir, el Etnosur.
En fin, una tierra de historia y cultura, de aventura y disfrute, de tapeo y buena gastronomía, con los ingredientes perfectos para vivirla durante un fin de semana, un puente o unas vacaciones enteras.
Foto Vía: Michelangelo-36