Yo que padezco de vértigo, nada más que con ver las fotografías que hizo un amigo del Caminito del Rey me entraron mareos. Este paso fue construido en las paredes del Desfiladero de los Gaitanes, en plena Sierra de Huma, entre los pueblos de Álora y Ardales, en la provincia de Málaga. Este paso peatonal tiene tres kilómetros de longitud y apenas un metro de ancho.
Lo peor de todo es que la mayor parte del sendero no tiene barandilla, y hay trozos del mismo que han caído al vacío, por lo que tan sólo queda la viga de sostén. Muchos son los excursionistas que han perdido la vida al intentar cruzarlo. Por ello hoy en día, y desde el año 2000, está prohibido pasar por él porque se encuentra completamente impracticable.
Este paso fue construido hace más de cien años, y sigue siendo un verdadero reclamo para los amantes del deporte de aventura. Su nombre viene ya que Alfonso XIII atravesó este paso cuando vino a inaugurar la presa del Conde de Guadalhorce, en 1921. Pero claro, estaba en perfectas condiciones para pasar.
La antigüedad es la que ha provocado que haya habido muchos desprendimientos en el suelo del paso. Los escaladores cruzaban este paso a través de un cable de acero, que en algunas zonas se suspende a más de cien metros de altura. Hoy en día hay sanciones de hasta 30.000 euros a aquellos que pretendan cruzarlo.
Las paredes del Chorro han sido una escuela de escalada desde hace muchos años. Resulta increíble comprobar las vistas que se tienen desde la montaña, con el curso del río abajo. Es una pena que hoy no se acometan trabajos de restauración en el paso, ya que sería un reclamo turístico impresionante.
Las vistas desde el Caminito del Rey son espectaculares, sí, claro, pero un simple resbalón puede ser mortal. El Desfiladero de los Gaitanes es un auténtico cañón de hasta 300 metros de altura y que parece cortado por un cuchillo. Además de su espectacularidad, esa misma peligrosidad es la que le ha dado fama.
Foto Vía Aves Nocturnas
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