Visitar la Catedral de Girona me produjo una extraña sensación de silencio y oscuridad absoluta. Sólo una vez dentro, pasado un tiempo, nos habituamos al espacio, como cuando apagas la luz de la habitación y tardas un rato en poder acostumbrar tus ojos a la falta de luz. Dicen que la nave gótica de esta catedral es la más ancha del mundo…
Puedo dar fe de que es ancha, de esas que te dejan sin aliento. Al entrar en el templo uno puede visitar primero el claustro o bien la catedral. A los lados de la nave hay una serie de capillas que fueron construidas posteriormente a través de donaciones de familias nobles de la zona. Resulta muy difícil apreciar los detalles de estas capillas, tanto por la oscuridad como por las rejas que impiden el paso a nuestros pies y la mirada.
Por eso antes de visitar la Catedral de Girona es importante ir con una idea de lo que queremos ver y lo que nos vamos a encontrar en ella. Yo os recomendaría echarle un buen vistazo al altar principal. La silla episcopal, conocida como la Silla de Carlomagno, data del siglo XI. Hay muchos objetos en esta zona de esta época, ya que fue este rey quien liberó a Girona de los árabes cuando la ciudad fue anexionada a territorio francés en el 785.
De lo que es en sí la catedral pasamos al claustro del siglo XII, muy fresco y encantador. Eso sí, está rodeado de tumbas que nos recuerdan constantemente el carácter mortal del hombre. El sonido del agua en una fuente de una esquina nos lleva a oir el aletear de las palomas en el patio, un lugar excelente para descansar, meditar y contemplar.
Desde el claustro dos escaleras nos conducen hasta el museo de la catedral y sus exposiciones. Aparecen maniquíes que visten suntuosos bordados y trajes de otros siglos, y estanterías llenas de piezas litúrgicas. Caminando a través de la sala podemos concluir en una nueva escalera que nos desciende nuevamente hasta el claustro.
Hay tantos tesoros en la Catedral de Girona. Uno de ellos es la Capilla de la Esperanza, frente a la entrada. Todo el conjunto de la catedral nos da ejemplos del estilo románico y gótico. Una auténtica obra de arte en la ciudad que no os debéis perder.
Foto Vía Camping Dali Country
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